Un modelo que conecta talento, cumplimiento normativo y competitividad en el mercado actual
La inclusión laboral ocupa hoy un lugar central en la forma en que las organizaciones entienden su cultura, su responsabilidad social y su posición en el mercado. Ya no se trata solo de un compromiso ético, sino de una decisión con impacto real en la gestión y la competitividad.
En este contexto, los Centros Especiales de Empleo (CEE) se han consolidado como un modelo eficaz para integrar talento, cumplir la Ley General de Discapacidad (RDL 1/2013, de 29 de noviembre) y aportar valor a las empresas. Sin embargo, para comprender su relevancia, conviene partir de una visión clara del mercado laboral en España.
Antes de analizar por qué este modelo aporta valor, es necesario contextualizar la situación actual. Los datos más recientes muestran una realidad clara:
- En España viven alrededor de 3,39 millones de personas con certificado de discapacidad.
- De ellas, aproximadamente 1,95 millones están en edad laboral.
- La tasa de actividad de las personas con discapacidad se encuentra en torno al 35,5 %, frente al 75,8 % de la población sin discapacidad.
- A finales de 2024, 135.417 personas con discapacidad en edad laboral estaban registradas en paro, lo que supone alrededor del 5,3 % del total de personas desempleadas en España.
Estos datos reflejan una brecha evidente. Existe talento disponible, pero con mayores dificultades de acceso al empleo. En este escenario, los Centros Especiales de Empleo (CEE) desempeñan un papel clave al ofrecer oportunidades reales y adaptadas.
A partir de aquí, muchas organizaciones que deciden incorporar políticas de inclusión descubren beneficios que van más allá del simple cumplimiento normativo.
✔ Incorporación de talento estable
Las personas que acceden al empleo a través de un CEE suelen mostrar altos niveles de motivación. Además, responden mejor cuando cuentan con apoyo, formación y seguimiento adaptados a sus necesidades.
Esta integración contribuye a estabilizar los procesos y facilita que los servicios mantengan estándares de calidad más consistentes a lo largo del tiempo.
✔ Cumplimiento de la Ley General de Discapacidad (LGD)
La LGD exige a las empresas de más de 50 empleados reservar un 2 % de los puestos a personas con discapacidad.
En este sentido, la contratación de servicios a un CEE constituye una medida alternativa oficial. Resulta especialmente útil en organizaciones donde no es sencillo reorganizar equipos internos o adaptar determinados puestos.
✔ Refuerzo de la Responsabilidad Social Corporativa
La inclusión deja de ser un concepto teórico y se integra en decisiones operativas del día a día.
Como consecuencia, mejora el clima interno, refuerza la cohesión de los equipos y aumenta la percepción de equidad dentro de la organización. Además, aporta coherencia entre los valores que la empresa comunica y los que realmente aplica.
✔ Diferenciación y ventaja competitiva
Cada vez más clientes, administraciones y partners valoran de forma activa las políticas de inclusión.
Las empresas que apuestan por la contratación de personas con discapacidad, ya sea de manera directa o a través de un proveedor de externalización de servicios, proyectan una imagen socialmente responsable y alineada con las demandas actuales del mercado. En determinados concursos o licitaciones, este enfoque puede convertirse en un criterio decisivo.
Asimismo, este modelo permite reducir riesgos asociados a determinadas obligaciones laborales y optimizar costes relacionados con la gestión de personal, lo que aporta mayor eficiencia operativa.

En Grupo Cycle, entendemos la inclusión laboral como una parte natural de nuestra actividad. Nuestro modelo combina impacto social y profesionalización del servicio, siempre alineado con las necesidades de cada cliente.
Trabajamos sobre tres pilares fundamentales:
- Integración de personas con discapacidad en los servicios, asegurando un encaje real entre las necesidades del cliente y las capacidades de cada profesional.
- Formación continua, tanto técnica como operativa, específica para cada sector en el que desarrollamos nuestra actividad.
- Supervisión constante, garantizando que la inclusión convive con los estándares de calidad exigidos por nuestros clientes.
Para nosotros, la inclusión no es un añadido. Forma parte de nuestra identidad. Para los clientes, supone trabajar con equipos estables y comprometidos. Y para las personas, significa acceder a un empleo real, adaptado y con acompañamiento.


